En redes sociales la opinión es unánime, las diputadas y diputados cuyos familiares cargan combustible con cargo al parlamento no solo es repudiable sino constituye una sinvergüenzura. Tal es el caso de la diputada Viviana Delgado, electa por el Partido Ecologista Verde, cuyo discurso es que llego para “renovar” la política. Ahora resulta que el marido carga combustible con la plata de todos los chilenos y sus explicaciones son más indignantes y resultan ser una bofetada en la cara para los lectores. No venga con el discurso y las reflexiones básicas pensando que todos somos ignorantes o imbéciles, es inaceptable que una diputada eche mano diciendo que es mujer, que ha debido postergar sus metas en la vida, por haber sido mamá, etc., etc.,y por eso no tiene licencia de conducir, lo que resulta un insulto para las miles de compatriotas que manejan todos los días para cumplir sus obligaciones laborales y familiares.
Por otro lado, se requiere un poco de inteligencia para saber que el “Marido Ad-honorem” y luego la explicación que es parte del equipo de la diputada no cuadra por ningún lado y son contradictorias. La respuesta de la diputada es: “Entonces cuando él anda conmigo o anda con el equipo, nosotros cargamos el auto”. “Él me acompaña siempre en mi trabajo legislativo en el territorio, y cuando tengo que viajar al Congreso, también. No voy a pagar tampoco un chofer, si lo puede hacer mi esposo”. Luego se le pregunta: ¿El Congreso sabe que su marido es parte del equipo, pero ad honorem?, su respuesta fue: “Pero es que no es parte de mi equipo”. ¡¡¡¡Increíble respuesta!!!! ¿En buenas cuentas son labores del hogar?, ¿del parlamento?????
Además, la Sra. Delgado tiene la ligereza de señalar que hay opiniones diversas y pide que quienes opinen se apeguen a los hechos. Eso es exactamente lo que hace la investigación periodística de CIPER, el hecho concreto es que el marido de la diputada el sr. Daniel Espinoza, cargó con su RUT, al menos, 14 veces entre abril y noviembre de 2022. Y la explicación que dio a CIPER que Espinoza ejerce las labores de chofer “ad honorem”. También se le pregunto: ¿Pero aquí podría ocurrir que usted le está facilitando a su marido un auto mantenido por el Congreso, con combustible del Congreso, para su libre disposición?. Su respuesta fue: “No te puedo creer. Eso no lo sabía. Él no está trabajando en este momento y no vi un problema que él sea mi chofer y no pagado”. Ósea, es irrisorio, vergonzoso, indignante que se ría señalando que no sabía que la tarjeta con que carga combustible la pagan todos los chilenos. Simplemente estos son los diputados que pagamos para que legislen en el congreso, de no creer, ¡¡nos dan ganas de llorar de impotencia!!
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