La seguridad es, sin duda, una de las principales preocupaciones de los vecinos de Maipú. Sin embargo, bajo la administración del alcalde Tomás Vodanovic, parece que la seguridad ciudadana ha quedado relegada a un segundo plano, a pesar de las numerosas promesas y presentaciones públicas.

Recientemente, se llevó a cabo una pomposa presentación en el templo de Maipú, donde se mostraron los móviles de seguridad ciudadana adquiridos por el municipio. Una muestra que, a simple vista, podría haber generado expectativas en la comunidad, haciendo creer que la seguridad de los maipucinos estaba en buenas manos. Pero, como muchas cosas en esta administración, la realidad es muy distinta.

Los hechos demuestran que estos vehículos, a pesar de ser presentados con bombos y platillos, están fuera de servicio. Sin comunicación, sin combustible, y lo más alarmante, sin conductores. Es decir, los móviles están ahí, como una fachada vacía, incapaces de cumplir con su propósito principal: patrullar y velar por la seguridad de los vecinos.

El contraste es evidente cuando se observa cómo, para eventos organizados por el municipio, nunca faltan recursos. Siempre hay personal, combustible, y todos los elementos necesarios para que estos eventos se lleven a cabo sin contratiempos. Pero cuando se trata de la seguridad ciudadana, la situación es alarmante. Los móviles permanecen inactivos, en espera de un combustible que nunca llega, de conductores que no existen, y de una coordinación que brilla por su ausencia.

¿Qué le dice esto a los vecinos? Que su seguridad no es una prioridad para esta administración. Que el show mediático es más importante que la realidad en las calles. Que el alcalde Vodanovic está más interesado en mantener una buena imagen pública a través de eventos bien organizados que en asegurar que los recursos municipales sean utilizados donde realmente se necesitan.

Es hora de que el alcalde Vodanovic deje de lado las apariencias y se enfoque en lo que verdaderamente importa: la seguridad de los vecinos de Maipú. Porque en materia de seguridad, los discursos y las presentaciones no son suficientes. Lo que se necesita es acción, compromiso y, sobre todo, resultados.