La realidad que viven los maipucinos bajo la administración de Tomás Vodanovic es preocupante. Mientras se multiplican los eventos y espectáculos, la dignidad de los habitantes de esta histórica comuna se deteriora día a día. La inseguridad, los malos tratos a los funcionarios municipales, la gestión deficiente de servicios esenciales como SMAPA y la falta de avances en proyectos urbanos evidencian una administración que parece más preocupada por su imagen que por el bienestar real de sus ciudadanos.

Inseguridad sin respuestas

Maipú se ha convertido en una comuna donde la inseguridad es un tema constante en la conversación diaria. Los vecinos ya no se sienten tranquilos en sus propios barrios. A pesar de los reclamos, las promesas de reforzar la seguridad no se han traducido en acciones concretas, dejando a los maipucinos a merced de la delincuencia. Mientras tanto, Vodanovic parece más interesado en aparecer en shows y eventos que en abordar esta crisis.

Funcionarios municipales maltratados

A esto se suman los malos tratos hacia los funcionarios municipales, quienes han denunciado presiones y un ambiente laboral hostil. En lugar de priorizar una gestión humana y respetuosa, Vodanovic ha optado por perseguir a quienes no se alinean con su visión, generando un ambiente de trabajo marcado por el temor y la falta de motivación.

La debacle de SMAPA

El servicio de agua potable, uno de los recursos más preciados para la comuna, ha sufrido bajo su administración. SMAPA, la única sanitaria municipal del país, enfrenta una de las gestiones más críticas de su historia. Los vecinos se quejan de cortes constantes, mala calidad del agua y un servicio que parece empeorar cada día. A pesar de los fondos disponibles, la administración no ha sabido gestionar de manera eficiente este recurso vital, y la mejora sigue siendo una promesa vacía.

Shows y más shows: ¿Pan y circo?

Mientras tanto, las prioridades del alcalde parecen centrarse en ofrecer una interminable agenda de espectáculos y eventos. Desde fiestas hasta conciertos, Vodanovic ha convertido a Maipú en un escenario de entretenimiento constante. ¿El problema? Detrás de esta fachada, las verdaderas necesidades de la comuna están siendo ignoradas. Las calles permanecen en mal estado, los parques están abandonados, y los problemas más urgentes siguen sin resolverse.

La mejora urbana sigue esperando

Un ejemplo claro del abandono de la gestión de Vodanovic es el caso del botadero en Tres Poniente. Lo que debería ser un espacio revitalizado y seguro sigue siendo un foco de problemas, sin que las autoridades locales ofrezcan soluciones concretas. Mientras tanto, los recursos provenientes del Gobierno Regional (GORE) y del gobierno central se destinan a mantener su imagen, no a resolver los problemas reales de la comuna.

Los mismos de siempre: Undurraga y Orrego

No sorprende ver cómo, a lo largo de su mandato, Vodanovic ha recurrido a los mismos aliados de siempre: Alberto Undurraga y Claudio Orrego, dos figuras que han estado presentes en la política local y regional, pero cuyas gestiones también han dejado mucho que desear. Esta alianza solo refuerza la idea de que Vodanovic sigue el mismo camino que aquellos que priorizan el poder y las alianzas políticas sobre las verdaderas necesidades de los maipucinos.

Conclusión

El Maipú de Tomás Vodanovic es una comuna que merece más. Los vecinos han sido testigos de promesas incumplidas, inseguridad en aumento, un maltrato constante hacia los trabajadores municipales, y una gestión de SMAPA que deja mucho que desear. Mientras tanto, los shows continúan, pero las mejoras reales siguen siendo solo una promesa lejana.

Es hora de que Maipú recupere la dignidad que merece, con una gestión centrada en las necesidades reales de los vecinos y no en las apariencias.