El caso Monsalve ha traído a la luz la falta de postura de algunas figuras políticas frente a temas de justicia y apoyo a las víctimas. Uno de los ejemplos más claros de este silencio es el alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic, quien ha optado por evitar cualquier opinión pública sobre el respaldo del gobierno al presunto agresor, en lugar de la víctima.
Esta omisión resulta aún más preocupante si consideramos que Vodanovic cuenta con el respaldo de medios como La Voz de Maipú, dirigido por Nicolás Aravena, un medio que, en lugar de cuestionar o investigar este silencio, parece más enfocado en reforzar la imagen del alcalde.
La Voz de Maipú, financiado y alineado con Vodanovic, ha sido un respaldo incondicional para su gestión, asegurándose de resaltar sus logros y minimizar los errores o posturas polémicas. Sin embargo, en un tema tan delicado como el caso Monsalve, el silencio del medio es una omisión grave, especialmente para una plataforma que se autodenomina independiente y comprometida con la verdad. Este medio, dirigido por Aravena, parece priorizar la defensa de sus intereses políticos sobre su responsabilidad informativa, dejando de lado su rol como un espacio crítico y transparente.
Nicolás Aravena, quien además es conocido por su cercanía con Vodanovic y su equipo, ha utilizado su medio para moldear una imagen favorable del alcalde y su administración, incluso cuando el silencio de Vodanovic ante el caso Monsalve contradice los valores de justicia e igualdad que él y su partido han defendido. En lugar de cuestionar por qué el alcalde elige guardar silencio en un tema de esta relevancia, La Voz de Maipú sigue concentrada en reforzar su imagen, desviando la atención de los temas que realmente preocupan a los ciudadanos de Maipú.
Este doble estándar es preocupante: ¿Cómo puede un medio que se declara independiente pasar por alto una omisión tan evidente y relevante?
El respaldo de Aravena y La Voz de Maipú a Vodanovic en situaciones como esta muestra cómo ciertos medios de comunicación pueden inclinar la balanza a favor de ciertos actores políticos, en lugar de cumplir con su rol fiscalizador y de rendición de cuentas este silencio de Vodanovic y su medio aliado nos obliga a reflexionar:
¿Es este el tipo de liderazgo y periodismo que Maipú necesita?
¿Una administración y un medio que eligen sus batallas en función de sus intereses políticos, y no en base a principios de transparencia y compromiso con la justicia?
La relación entre el alcalde y La Voz de Maipú subraya una preocupante complicidad, donde el silencio y la falta de cuestionamientos son, en sí mismos, una postura que beneficia solo a quienes prefieren evitar cualquier incomodidad política.