Trabajadores a honorarios de Maipú denuncian malos tratos y despidos masivos bajo la gestión de Vodanovic
La gestión del alcalde de Maipú, Tomás Vodanovic, enfrenta fuertes críticas por parte de los trabajadores a honorarios del municipio, quienes denuncian malos tratos, despidos injustificados y el incumplimiento de promesas hechas durante su campaña. Estas acusaciones han llevado a comparaciones con la polémica administración de la exalcaldesa Cathy Barriga, conocida por sus despidos masivos y prácticas cuestionables.
Despidos masivos y falta de transparencia
A finales de 2024, la Municipalidad de Maipú notificó la no renovación de contratos a 176 trabajadores a honorarios, lo que afectó directamente a sus familias y generó un clima de incertidumbre laboral. Los despidos se realizaron sin previo aviso y, en algunos casos, los trabajadores se enteraron al llegar a sus puestos de trabajo el 2 de enero de 2025.
Rocío Rojas, una kinesióloga que trabajaba en la Oficina de Discapacidad de Maipú, relató que fue despedida de manera abrupta, a pesar de tener una denuncia por maltrato laboral en curso. «Estos despidos fueron injustificados. A muchos nos avisaron el mismo día con carta o a viva voz. Varios estábamos con Ley Karin vigente, pero no se respetó el protocolo», afirmó.
El Sindicato de Trabajadores a Honorarios de Maipú (STH) ha calificado estos despidos como «arbitrarios» y ha exigido explicaciones claras por parte de la administración municipal. Además, han señalado que esta medida afecta a un 7% de los trabajadores a honorarios, cifra que no se veía desde los tiempos de Cathy Barriga.
Malos tratos y promesas incumplidas
Los trabajadores a honorarios han denunciado un «pésimo clima laboral» y el incumplimiento de acuerdos clave, como el pago de licencias médicas, pre y post natal, y salas cuna. Durante su campaña, Vodanovic prometió mejorar las condiciones laborales y respetar los derechos adquiridos por los trabajadores, pero estas promesas no se han materializado.
En julio de 2024, el STH inició un paro indefinido para exigir el cumplimiento de estos derechos. «No estamos pidiendo favores, estamos pidiendo el derecho a enfermarnos, a que nos paguen las licencias, a la sala cuna universal», declaró Darío Díaz, presidente del sindicato.
Comparaciones con Cathy Barriga
Las críticas a Vodanovic han llevado a comparaciones inevitables con la gestión de Cathy Barriga, quien también fue acusada de despidos masivos y malos tratos a los trabajadores. Durante su administración, Barriga despidió a más de 1.000 funcionarios, lo que generó un escándalo nacional.
Los trabajadores han señalado que, aunque apoyaron a Vodanovic como una alternativa a Barriga, ahora sienten que han sido «traicionados». «Creímos ingenuamente que esta fresca generación de servidores públicos nos haría recuperar la dignidad pisoteada por la gestión anterior. Nos equivocamos», expresó el STH en un comunicado.
Respuesta de la Municipalidad
Desde la administración de Vodanovic, se ha justificado la no renovación de contratos como una decisión basada en «criterios definidos por la normativa aplicable» y en un «análisis integral de los servicios municipales». Además, han señalado que solo 9 de los trabajadores despedidos tenían denuncias bajo la Ley Karin, de las cuales 3 estaban en proceso de investigación.
Sin embargo, estas explicaciones no han calmado el descontento entre los trabajadores, quienes exigen mayor transparencia y un trato digno. «¿Por qué nos tratan como descartables cuando al principio del discurso de Tomás nos trató de indispensables?», cuestionó Rocío Rojas.
Rocío Rojas, madre de dos hijos, relata cómo el despido abrupto la dejó sin sustento económico en pleno inicio de año. «Llegué a mi trabajo el 2 de enero, como siempre, y me dijeron que ya no era necesaria. No hubo explicaciones, ni respeto por los años que le dediqué a la comuna», cuenta con voz entrecortada. Para ella, como para muchos otros, el trabajo en la municipalidad no era solo un ingreso, sino una forma de servir a su comunidad.
Darío Díaz, presidente del sindicato, también comparte su frustración. «Nos prometieron cambios, nos dijeron que seríamos valorados. Pero ahora vemos que las palabras se las lleva el viento. No queremos favores, solo dignidad», afirma.